La sastrería industrial es una técnica en la cual los procesos de producción tendrán un componente más mecanizado.
En la toma de medidas, uno de los procesos más importantes de la sastrería, podemos encontrar dos sistemas diferentes: la toma de medidas directa o la toma de medidas mediante el uso de una prenda testigo.
Toma de medidas directa
La toma de medidas directa suele implicar la necesidad de realizar como mínimo una prueba intermedia. El cliente deberá acudir a la sastrería un mínimo de 3 ocasiones.
Una primera vez para la primera toma de medidas y personalización de la prenda, una segunda vez momento en el cual se podrán afinar ciertas medidas de la prenda en un punto intermedio de su confección, y una tercera prueba donde se probará el traje terminado, pudiendo necesitarse alguna prueba posterior para pequeñas modificaciones que puedan seguir siendo necesarias.
Toma de medidas mediante el uso de una prenda testigo.
Por norma general la toma de medidas se realiza mediante una prenda testigo, con lo cual durante el proceso de confección de la prenda a medida no se realizan pruebas intermedias.
Consta en este caso de una toma de medidas inicial mediante una prenda testigo, y finalmente una última prueba una vez la prenda se haya recibido de fábrica o taller y esté acabada por completo.
Una vez se han tomado las medidas iniciales y se ha probado el testigo, se empieza a estudiar todas las desviaciones que tiene el nuevo patrón sobre el testigo.
El cliente, dependiendo del establecimiento, podrá elegir distintos tipos de estilo de prenda o solicitar cambios sobre los patrones base así como la elección de distintas terminaciones en las prendas y añadidos como pueden ser forros, ojales, solapas….
Toda esta información se va volcando en forma de ficha personalizada. Una vez realizadas la toma de medidas, configuración de la prenda y opciones de personalización, se envía dicha información al taller o fábrica encargado de la confección de la prenda.
Esta ficha personalizada es enviada al departamento de patronaje de la fábrica o taller para que aplique dichos datos y alteraciones sobre el patrón escogido (prenda testigo) para poder así realizar una marcada de corte personalizada.
Este departamento es el encargado de interpretar todos los pedidos que llegan a fábrica y mediante una mesa digitalizadora y equipos informáticos transforman la información mandada por la sastrería en una marcada. Esta nueva marcada se realiza mediante un sistema informático especializado el cual genera todas las alteraciones deseadas sobre el patrón escogido.
Una vez generada la marcada ésta se almacena en un servidor común y seguidamente la máquina de corte conectada a dicho servidor despliega la marcada en pantalla para ser cortada.
Una vez cortadas todas las piezas de la prenda, las entretelas se unen a la tela mediante termofijado o mediante picado a máquina.
Las prendas semi-entreteladas y de entretelado largo (Full Canvas en Inglés) requieren más minutos de producción que las prendas termofijadas al ser las entretelas unidas a la tela mediante puntadas a máquina (generalmente puntada Ströbel o puntada invisible). Posteriormente todas las piezas pasan a la cadena de producción.Tras todo el proceso de corte y entretelado la prenda pasa a ser confeccionada en la cadena de producción. Técnicos especializados en la confección de las diferentes partes de la prenda se encuentran divididos en diferentes secciones (americana, pantalón, plancha…) y subsecciones (bolsillos, delanteros, mangas, cuellos…).
El proceso completo de confección de una prenda a medida suele conllevar una media de 6 horas.
Si bien la confección a medida es un proceso totalmente industrial en la mayoría de casos, hay sastrerías que ofrecen la posibilidad al cliente de realizar algunas partes de la prenda de forma artesanal tales como ojales, pie de cuello, bajos . Otras incluso trabajan con talleres o fábricas que realizan parte del proceso de confección de la prenda de forma manual, como por ejemplo el corte de las diferentes piezas de la misma. En estos casos los tiempos de confección pueden aumentar hasta las 10 horas.
Una vez terminado el proceso de confección el último punto es el control de calidad de la prenda antes de ser enviada a la sastrería.
Cuando la prenda se recibe del taller, se prueba directamente sobre el cliente donde se realizarán los retoques y afinados últimos para entregarla finalmente al cliente.
